Es realmente impresionante el recibimiento que tuvimos en las loberas.
Cuando llegamos este pequeño lobo de mar, creativamente apodado lobito, estaba tomando sol sobre las rocas. Al principio pensamos que estaba herido porque no había ningún otro en el lugar y no se movía, pero al darse cuenta que estábamos ahí observándolo, se asustó y comenzó a huir y aunque parecía experto en andar sobre las rocas pensamos que por el apuro de alejarse de nosotros podría sufrir un accidente, así que luego de unas fotos optamos por alejarnos de el enseguida
Como dije antes este recibimiento fue espectacular, pero debo advertirles a los futuros visitantes que cuando lleguen al lugar van a ser azotados por un olor nauseabundo, no se preocupen, que al bajar a los roqueríos el olor se atenúa bastante porque corre más viento, en todo caso vale mucho la pena visitar el lugar, donde también pueden encontrar cangrejos, pececillos, lagartijas, aromáticos jotes y bravas olas reventando en las rocas.
Y porsupuesto pueden tener el honor de conocer a Lobito.