Fe

Nunca he sentido la necesidad de afiliarme a ningún tipo de religión, doctrina, secta o quien sabe que más hay por ahí. Tampoco he ido alguna vez a que me lean el tarot, la mano, el pie, el iris, la hoja de coca…
Siempre he sentido que la solución está en mí, por supuesto contando con la gente que me rodea, que en momentos en que me he convertido en bulto han estado ahí para apoyarme.
El asunto es que ayer, una amiga me contó que con un grupo de amigos con los que practica reiki, los chacras y no recuerdo que más, viaja hoy a un lugar en las afueras de Vallenar para orar y hacer una especie de ritual de sanación de la tierra, que está mal a raíz del proyecto pascualama.
Luego del ¡plop!, pensar para mi ¡que loco!, casi por inercia le dije que lo encontraba bakán y que me parecían bien iniciativas así, pero en el fondo ni muy ahí con lo que ellos pensaban hacer.
Luego me pidió que a las doce del día, que era la hora en que harían el ritual, encendiera una vela para conectar mi energía con la de ellos y que rezara un padre nuestro para alinear mis chacras.
Aunque no estaba muy ahí, accedí a la petición de la noble causa y hoy a las doce en punto encendí una vela y me quedé pensando…
¿Rezar el padre nuestro?
Durante 10 años me obligaron a ir a misa y quizás no fue suficiente porque me acuerdo del comienzo, de algunas partes del medio y amén. Como tampoco me nace orar no se que pasará con mis chacras, pero cuando lo sepa les cuento.
Entonces seguí pensando en que si valdría la pena estar ahí con la velita encendida que a todo esto duró 2 horas 10 minutos.
No me sentí iluminada, ni fuera de lo común, pero me sirvió para reflexionar, recién ahí me di cuenta del verdadero sentido del asunto, imaginé a mi amiga con sus amigos en medio de la naturaleza orando, canalizando toda su energía para que la tierra sane las heridas que le hemos abiertos durante siglos, los imaginé tomados de la mano meditando en silencio, luego arrodillados rogando por el fortalecimiento de toda la naturaleza, también los imaginé haciendo yoga e imaginé muchos otros cliché que muestran a veces en la tele.
Bueno, luego de todos los rollos que me pasé medio hipnotizada por la llamita de la vela, pensé que lo que hayan hecho, es algo en lo que creen, sin fines de lucro, auspiciado por ellos mismos y que beneficia a la naturaleza y a todos los que vivimos ajenos a las energías que nos entremezclan o nos componen (disculpen mi ignorancia).
Finalmente, no se si fue energía lo que le mandé a mi amiga o interferencia, pero pomada o no, creo que de todas formas era importante hacerlo porque solo creo en algo, creo en las personas y definitivamente gente que realiza este tipo de iniciativas lo son.